Los primeros 100 días




La promesa de la presidenta Bachelet de implementar 36 medidas en los primeros 100 días de su gestión, es una medida en si mismo para posicionar su mandato como eficiente y pluralista.

Sin duda que el fenómeno Bachelet tiene a todo Latinoamérica encantado, tanto así que se cree que por el hecho de ser mujeres y con una trayectoria pública cualquiera puede ser presidenciable, y peor aún ser una buena presidenta. Pero lo de Bachelet es mucho más que una buena imagen electoral, es un minucioso hilvanado de hechos y momentos históricos-personales, potenciados por la maquinaria política de la “Concertación” que con dieciséis años en el poder y un sistema político en donde la derecha está debilitada, pocos espacios para sorpresas hay.

Así es cómo, dentro de la dinámica electoral, Bachelet prometió instalar treinta y seis medidas durante los primeros cien días de su gobierno. Todo un desafío si consideramos que removió a todas las “caras viejas” de los antiguos mandatos concertacionistas y nombró a sus ministros con dos criterios claves: equidad de género y espacio para nuevas personas. Así que simultáneamente, mientras cada personero intenta reconocer su territorio y espacio de acción, el tiempo ya corre en contra y los días pasan aceleradamente.

El foco social de Bachelet es claro, sus 36 medidas son un conjunto de acciones enfocadas en las áreas de empleo, educación, seguridad social, emprendimiento, medio ambiente, mujer, globalización, regiones, democracia, entre otros ámbitos. Y mientras su flamante Ministro de Economía empieza a marcar sus estrategias con sello “Harvard” para lograr el crecimiento sostenido de Chile de la mano de lo social, el énfasis comunicacional de Bachelet está puesto en ir demostrando los avances en sus medidas, las mismas que a la luz de una lectora común y corriente es fácil evidenciar que no se tratan todas de grandes estructuras gubernamentales o cambios profundos, pero si van dejando la sensación de que la cosa avanza y así ir espantando al fantasma de Ricardo Lagos, quien dejó la vara muy alta al gobierno recién nombrado.

Algunas medidas claves por ejemplo tienen que ver con la promoción del empleo entre los jóvenes, permitiendo su contratación por horas, o comprometiendo al Estado a pagar las previsiones sociales a los jóvenes más pobres. En el caso de la educación son seis medidas específicas cuyo común denominador son los subsidios para el financiamiento escolar, el aumento de las becas y créditos estudiantiles, flexibilidad de pagos escolares, un sello que sin duda se aleja mucho de la discusión principal sobre educación en Chile que tiene que ver con la calidad de educación en un país en dónde comparado con países igual o más desarrollados, no sólo está mal evaluada sino que además repite sistemáticamente los mismos errores.

Pero Bachelet aprendió rápidamente que hay medidas mas populares que otras y para eso no hay que “inventar el agua tibia”. Y es que cuando era Ministra de Salud de Lagos, este le pidió acabar con las filas en los consultorios en tres meses, pero la entonces Ministra Bachelet no pudo con esa meta y los dardos apuntaron fuertemente a su gestión. Por eso, esta vez con el aprendizaje recorrido, se plantearon medidas más viables como la creación de 60 centros comunitarios, aumento de patologías que cubre el plan de salud estatal (AUGE) y garantizar la atención gratuita en los hospitales a mayores de 60 años.

En un país que se enfrenta permanentemente por la limitada pluralidad y por la necesidad de romper con hegemonías políticas, económicas o sociales, la mirada desde la inclusión es clave y distintiva en la propuesta de Bachelet. Considerar medidas para la mujer como un código laboral no discriminatorio, el fomento del emprendimiento entre pequeños empresarios, nombrar un(a) Ministro de Medio Ambiente, crear un sistema de intercambio profesional con el extranjero o dotar de mas policías para la seguridad ciudadana, son ámbitos claves al momento de analizar la marca de Michel Bachelet, quien hasta el momento ha sorprendido a más de un desconfiado, gracias a su permanente inquietud por hablar menos y trabajar más.

El plan completo de los primeros 100 días Aqui
Artículo Publicado en Vistazo

Comentarios

Ana dijo…
El tema de la "discriminacion positiva" tiene como principio la equidad, que en este caso seria de genero, pero que cuando pasa a ser una herramienta mas para agrupar fuerzas, ahi pierde su sentido original. Me parece a mi, que en el caso del gobierno de Bachelet, lo que se ha hecho es dar paso a nuevas caras y quizas a un nuevo estilo de hacer politica, y entonces aqui la cara de algunas mujeres empieza a ser visible.

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