La negacion del otro

Publicado en El Universo (05/10/2010)
Estábamos en pleno horario “prime time”, el que utilizan los noticieros para llegar a más audiencias, cuando empezó el fuego cruzado por el “rescate” del Presidente. En ese momento los noticieros de canales Latinoamericanos suprimieron su agenda local para dar paso a la más descarnada de las versiones que un país puede “exportar” al mundo. El mensaje no era claro, se había intentado desde la mañana, instalar la idea del golpe de Estado, pero los periodistas que trabajan en medios de países cercanos a Ecuador, no tenían suficiente fuentes, ni informaciones para dejar pasar esa hipótesis. Su labor, como se espera y es evidente, fue la de informar adecuadamente, aunque eso significara buscar “otras” formas de llegar a la verdad, como revisar las redes sociales por Internet, contactar a los periodistas ecuatorianos que habían sido callados y censurados, o simplemente mirar con cabeza fría y menos entusiasmo las señales confusas de un presidente desamarrándose la corbata a gritos, o un Canciller mostrándose en camiseta interior al mundo. “A Correa le hicieron un foul fuera del área y se inventó un penal. Ahora aprovechará de limpiar las FFAA y cerrar canales opositores” afirmaba Patricio Navia, chileno experto en Política.


Llama la atención lo poco eficiente que resultó el equipo comunicacional del presidente. Esto, porque evidentemente el mensaje a instalar era el del golpe de Estado, y como aquello no estaba resultando (porque en rigor no había quien quisiera tomarse el poder) tomaron una de las decisiones mas torpes y poco estratégicas, la de censurar y mandar para la casa a los canales privados. Es ahí en donde el verdadero fantasma del gobierno de Correa se evidenció y plasmó, el del autoritarismo, la prepotencia, la falta de participación. A esas alturas el efecto boomeran se acrecentaba, entonces optaron por darle una función de circo prime time al mundo y victimizar al Presidente y el tiroteo empezó.


“La comunicación con los demás acaba siendo reflejo de la comunicación con uno mismo” afirma Ferràn Ramón-Cortes (especialista en comunicación personal). ¡Que susto! debería darle a nuestro presidente escuchar esta frase, sobretodo porque lo que ha quedado en evidencia es su permanente intento de comunicarse desde la negación. Una negación del otro (que si le disgusta lo trata de imbécil, peluca, inepto, incluso lo manda a encerrar si no saluda) pero además una negación que se acrecienta cada vez mas por la distancia entre lo que sus lindas franjas de televisión y jingles de radio prometen y lo que cada colectivo logra efectivamente. Ahí están los indígenas, las universidades, los funcionarios públicos, todos invitados a la revolución pero a la hora de la participación son negados. Negación que se vuelve a evidenciar en la mirada tan reducida que tiene el equipo de Correa, basada en un principio obsoleto de los medios de comunicación capaces de influenciar en una sola dirección a las audiencias, desconociendo y negando que la comunicación “es” parte de un sistema mayor. Ese mismo mensaje se evidencia en algunos de sus seguidores en twitter, (red que han poblado sistemáticamente para contener las miradas opositoras) quienes afirman cosas como: “canales privados hacen exactamente lo mismo: martillan sus versiones hasta que convencen”. La ceguera y el desconocimiento han caracterizado a este gobierno y lo que vivimos el jueves fue sin duda un ejemplo de la desconexión permanente entre lo que intenta machacarnos con mensaje y lo que efectivamente hace y promueve.
Publicado en Diario El Universo

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