Filantropía Pura

Quien diga que la filantropía pasó de moda y que el apoyo de los privados se limita a estrategias empresariales de marketing social, se equivoca. Basta ver a los dos hombres mas ricos del mundo, tomando la decisión financiera más importante de sus vidas.

Los medios financieros no estaban acostumbrados a esto, el segundo hombre más rico del mundo anunció que donaría toda, absolutamente toda su fortuna, a causas caritativas. Seguido de ese anuncio vino uno mejor, y es que desde una biblioteca pública de Nueva York, Warren Buffet (el magnate de las finanzas) precisó que todo ese dinero, que alcanzan los 41 mil millones de dólares, irán en su mayoría a la fundación del hombre más rico del mundo, la Fundación Bill and Melinda Gates. Días antes, Gates había anunciado su salida de las operaciones de Microsoft, para dedicarse por completo a la administración de su fundación. Para muchos, la decisión de Buffet es tremendamente coherente con su vida y con su manera de hacer negocios. Para él, el capitalismo le demostró que siendo un “self made man” es posible amasar grandes fortunas y que por lo tanto sus hijos también lo pueden lograr, siempre y cuando trabajen tan duro como él.

La filantropía y el mecenazgo son valores fuertemente arraigados en la cultura de los empresarios norte americanos. Por ejemplo, no existe ciudad de los Estados Unidos sin una biblioteca financiada por la familia Carnegie, grandes universidades han sido levantadas a punta de donaciones personales, como el caso de Standford o edificios puntuales como el de la familia Lauder en Wharton. Fundaciones como la Rockefeller han sido íconos de la filantropía tradicional, dando paso a los nuevos multimillonarios de la burbuja tecnológica y de Internet, donde el líder máximo Bill Gates fundó en el 2000 la fundación privada más grande del mundo, la misma que a su muerte recibirá la no despreciable suma de 35 mil millones de dólares adicionales, todo esto para invertir en programas como el de salud, que busca erradicar la Malaria, con una inversión mayor a la de cualquier organismo internacional especializado, una señal clarísima del rol de los privados en el desarrollo.

El punto principal es que a diferencia de Europa, en donde la tradición es que las grandes fortunas se traspasan de generación en generación y en donde cada vez es más difícil contar con donaciones privadas tanto para museos, universidades o actividades sociales, o en el caso de América Latina, cuyo escenario económico es tremendamente vulnerable y por lo tanto las fortunas de hoy no aseguran las de mañana, en Estados Unidos, el “american dream” o la capacidad de surgir y ser exitoso desde abajo, más la necesidad de perpetuarse en el tiempo, o la sensación moral que subyace en los actos caritativos, lleva a muchos de estos empresarios a despojarse de sus fortunas con mayor facilidad. Un estudio de la Universidad de Boston demostró que el agradecer por lo que se ha logrado, es un factor tan importante al momento de donar, como la sensación de que es un país en donde se puede surgir una y otra vez desde cero.

Característica clave en este fenómeno, es la tendencia de los donantes a generar incentivos para el logro de resultados, como el caso de mantener la donación en la medida en que la Universidad siga número uno en el ranking, o invertir en el desarrollo institucional de las organizaciones y fundaciones ejecutoras, como el caso de AVINA, el brazo filantrópico de Stephan Schmidheiny (el magnate Suizo de las forestales) cuya inversión privada es para la profesionalización de líderes sociales latinoamericanos. De igual forma el escenario legal es clave al momento de incentivar a los filántropos, una ley que permita, como en el caso de EEUU, deducir completamente la donación, o decidir qué hacer con el 100% de su herencia es clave para involucrar a los privados en el desarrollo (más allá de sus empresas). El caso de Gates o Buffet son simbólicos e inspiradores, estos no tienen nada que ver con Responsabilidad Social Empresarial, es filantropía pura, de la buena, de la que poco solemos experimentar con tanta intensidad.

Comentarios

Anónimo dijo…
Pero cual es entonces la diferencia que planteas entre filantropia y Responsabilidad Social Empresarial, porque al final el mismo gates se beneficia con todo esto y sus empresas tambien.
Ana dijo…
Estos actos filantropicos lo que buscan es perpetuar a la persona, o la familia y no a la empresa. Por otro lado, no dependen de la empresa para hacerlo, es decir, son recursos (por lo general) que vienen de las ganancias de las empresas pero no son administradas por estas, sino por quien lucra de ello, que en este caso son sus duenos. Ademas, la RSE (responsabilidad social empresarial) apunta a una estrategia de sustentabilidad que nace al interior de las empresas, para vincularse de mejor forma con su comunidad. Cualquier estrategia de RSE esta alineada y movida por lo que la mision de la empresa dicta y no por actos personales como los de este tipo.

Finalmente, no es que la filantropia sea el alterego de la RSE, sino que su forma de expresarse (grandes donaciones sin pedir nada a cambio) la hacen situarse de forma completamente distinta a las acciones de RSE.
Denise Nader dijo…
Ani, me parece muy interesante esta dimensión cultural de la filantropía. Es verdad: en países socialistas como ciertos estados europeos, la práctica de la filantropía y la caridad no son populares. No sé qué pase con la RSE allá, no estoy muy al tanto.

Lo de Bill Gates me sorprendió, pero me dejó pensando algo: las personas que hemos estado medio informadas sobre el software libre versus las movidas de Microsoft, sabemos que la batalla ha sido dura y que las ganancias de Microsoft se deben en gran parte a los absurdos precios de sus productos y a sus triquiñuelas en el mercado.

Ahora, su filantropía está (tal vez necesariamente) a la altura de su bien ganada fama de “diablo”. No hubiera sido significativo su gesto si tuviera la mil millonésima parte de lo que tiene; y lo que tiene, lo tiene por su falta de ética empresarial (y su genialidad). Ok, el bien que hace es enorme, no quiero tampoco llegar a estos reduccionismos de que lo que hace lo hace por white guilt y cosas por el estilo, pero no dejo de preguntarme qué tanto mejor hubiera sido para la sociedad que sus esfuerzos estuvieran desde el principio orientados por una RSE, en lugar de hacer lo suyo y luego hacer caridad.

En fin, esto lo digo por gente como Richard Stallman o el fundador de Wikipedia, Jimmy Wales, que desde la concepción inicial de sus proyectos tecnológicos están manejándose ya con una visión social no mercantilista que tal vez no dé resultados inmediatos, pero que a la larga ayudan a crear una nueva visión en la misma sociedad sobre lo que son las nuevas tecnologías y sus usos más apropiados.

No sé si lo que digo tiene relación con lo que escribiste o si estoy divagando un poco…
Ana dijo…
Lo que tu mencionas es clave, ayer justamente lo mencionaba con nuestra amiga Estef, el hecho de que este tipo de actos filantrópicos deben ponerse en perspectiva del capitalismo tambien. Aqui no se trata de justificar el monopolio de Gates como un juego propio de un sistema capitalista que en su intento por ser distributivo ha muerto y mas bien tiende a la concentracion.

Pero lo que dices de los paises socialistas es clave, porque no se trata solo de la suma de plata donada, sino ademas del interes mas altruista, ya que supongo que cuando el estado es quien se encarga del bien social, la empresa no es cuestionada en ese ambito, como si lo hacemos en los paises capitalistas, sobretodo en paises como Ecuador, que ademas ha fracasado su modelo economico.

Por lo tanto hay que separar varias cosas, por un lado, el valor de la generosidad y la entrega no es propio de personas que tienen mas que otras, eso no pasa por ahi. Segundo, la concentracion de dinero (propio de paises altamente globalizados y basados en el capital) permite con mayor facilidad este tipo de prácticas. Tercero, lo de la RSE es una movida mas empresarial que personal, por lo tanto aqui es una lavada de manos de la persona, por sobre las prácticas de sus empresas.
Ana dijo…
Claramente lo que menciona "schiz" es una lectura que los mas románticos sueles obviar. Y es que no hay puntada sin hilo en este tipo de iniciativas. Me parece que mezclar la buena voluntad de Gates con un interés corporativo sería un error. Sus empresas tienen otros vehículos para invertir y desarrollar proyectos de apoyo al desarrollo (con sus propios objetivos corporativos detras). Lo de Gates (a titulo personal) por otro lado, tampoco debe implicar darle una venia automatica a sus empresas, ahi esta el desafio separar las aguas.... aunque en verdad no se si Gates tiene esta intensión tan clara.
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Ana dijo…
La unica razon por la que elimine el comentario anterior es porque no tiene nada que ver con el blog y porque es un abuso del espacio virtual que he creado para intercambiar ideas y no para enviar comunicaciones personales. Cualquier cosa usar el mail que he publicado ene este blog. Gracias

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