Dilema ético: golazo, sapada o necesidad



A propósito del escándalo financiero de la empresa AIG y su salvataje financiero, discutíamos la otra noche sobre los tonos “grises” que aparecen detrás de los argumentos blanco y negro. El punto central es que si los bonos millonarios pagados a los ejecutivos tiene sustento moral (mas allá de ser políticamente incorrecto) para retirarles la ayuda o mantenérsela. De hecho hoy se esta votando en USA si se mantiene o no.

Salvar financieramente a una institución de esa magnitud significa que es clave para que su sobrevivencia evite la caída en forma de naipes de otras empresas y el sistema termine por colapsar. Por ello retener a los ejecutivos buenos es clave también y pagarles los bonos por sus resultados se torna crítico y para algunos inevitable.

El punto es, no todos los departamentos de AIG causaron el desbarajuste, junto con el área que se encargaba de los créditos y de las hipotecas, estaban otras áreas a las que objetivamente les fue bien, pero la resaca causada por las perdidas de las áreas que colapsaron hicieron que toda la empresa termine por caer.

¿Como mantener una empresa a flote, con ayuda financiera pero sin ejecutivos eficientes, sobresalientes y obviamente caros?. A los ojos de un político, el pago de bonos (73 bonos de 1 millon de dolares cada uno) es inaceptable, pero detrás de las posturas radicales surgen algunas como estas, que al menos dejan la duda de si es necesario retener a los buenos, cueste lo que cueste.

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